¿Qué sabes del síndrome de intestino irritable? 

El síndrome de intestino irritable —también conocido como colitis— es el trastorno funcional digestivo más común: Estudios muestran que es más frecuente en mujeres y que el 75% de los pacientes sufren los síntomas después de comer.

Aunque no hay una causa específica, hay varios factores que contribuyen a esta afección, entre los cuales están la herencia, el estilo de vida, estrés, hábitos alimenticios, alergias o infecciones.

Los síntomas más comunes son dolor y malestar abdominal, inflamación, gases, diarrea y /o estreñimiento… Es decir, el hábito intestinal encuentra sin regular. Si has presentado alguno de estos síntomas con frecuencia, lo primero que tienes que hacer es ir con un gastroenterólogo para descartar otras enfermedades que puedan tener los mismos síntomas.

Los principales desencadenantes de este trastorno son:

Estrés: el colon contiene nervios que se conectan al cerebro, por lo que el estrés puede estimular espasmos en el colon causando incomodidad y dolor. 

Alimentación: las comidas muy abundantes o altas en grasas pueden empeorar los síntomas del síndrome de intestino irritable, así que lo mejor es comer lo más sano posible, sin grasas e irritantes.

Para mejorar los síntomas puedes usar medicamentos, pero lo mejor es hacer un cambio en tu estilo de vida; aprender a manejar el estrés, y tomas suplementos alimenticios como son los probióticos. Pero lo más importante de todo es hacer un cambio en la alimentación, establecer hábitos alimenticios saludables como comer 5 veces al día para regular tus intestinos: Comer comidas pequeñas y frecuentes facilita la cantidad de comida que tu intestino tiene que procesar. Prefiere alimentos altos es fibra, como lo son las frutas, las verduras, avena, granos y germinados. Toma mucha agua natural y evita la cafeína y el alcohol, al igual que los edulcorantes y las bebidas carbonatadas.

Los probióticos son esenciales ya que son organismos vivos que ayudan a tu flora intestinal, los puedes encontrar en alimentos como el yogur, el kérif y otros fermentados, o bien como suplementos en cápsulas, pastillas o ampolletas. El tener una flora intestinal sana no solo ayudará al buen funcionamiento de tu sistema digestivo, sino que también te ayudará a tener un sistema inmune fuerte. 

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