La verdad es que yo en lo particular comencé a usarlo para impresionar a mis citas cuando las invitaba a cenar —esas ganas de que las personas piensen que cocinas rico porque eres un sibarita—Después me enamoré del aroma y su gusto, pero luego me enteré de que es uno de los productos que mayor bienestar nos genera al incluirlo en nuestra dieta diaria. Hoy te vamos a hablar sobre el Oro Verde: El aceite de Oliva.
Todo comienza cuando doctores y nutriólogos notaron que las personas del área mediterránea suelen tener vidas más largas y saludables que el promedio europeo, y sobre todo mundial.
Esta longevidad y salud generalizada de las comunidades que rodean al mar mediterráneo tiene una conexión directa con una dieta que se compone de entre 50 y 55% de calorías provenientes de carbohidratos complejos y ricos en fibra, 10 a 12% de proteínas y un 30 a 35% de grasas, en las que el aceite de oliva constituye la principal, siendo una grasa mono insaturada que es de las saludables, a diferencia de las que encontramos en otros aceites y la mayoría de la comida que consumimos fuera de casa.
El gran sabor de este aceite comprobadamente previene el desarrollo de diversas enfermedades, e incluso algunos tipos de cáncer. Tiene propiedades antibacterianas, y acaba con bichos como el Helicobacter Pylori, que es una de las bacterias responsables de las úlceras, el reflujo y en última instancia el cáncer de estómago; ayuda a reducir el exceso de ácido en tu sistema digestivo y favorece la absorción del calcio y del magnesio, por lo que lleva aún más nutrientes a tu cuerpo.
El aceite de oliva extra virgen también reduce el dolor articular, la inflamación y la artritis, y los polifenoles presentes en sus moléculas potencian el nacimiento de nuevas neuronas, membranas celulares y las funciones metabólicas del cerebro que a su vez incrementan nuestra cognitividad y desarrollo intelectual. Además, protege contra la diabetes por sus efectos sobre la glucemia, mejora la salud cutánea y previene el envejecimiento de los tejidos, la osteoporosis e inclusive el Alzheimer; sus propiedades antioxidantes reducen los radicales libres en el cuerpo, que se cree son uno de los principales orígenes del cáncer, y fuente del envejecimiento.
Estos mismos antioxidantes fortalecen el sistema inmunológico, que a su vez nos protege de enfermedades, y sus propiedades anti inflamatorias y de revestimiento benéfico en los vasos sanguíneos previenen la coagulación indeseable de la sangre e incluso las enfermedades cardiacas, porque sus fitoesteroles —moléculas de grasas vegetales— protegen al cuerpo del colesterol malo y la arteroesclerosis. Por si esto fuera poco, el Aceite de Oliva también nos ayuda a bajar de peso, porque su consumo reiterado acelera el metabolismo y nos ayuda a quemar calorías: Se ha comprobado que las dietas bajas en grasas son mucho menos efectivas que las que contienen un alto porcentaje de ellas, cuando son grasas saludables.
¿Ves por qué el Aceite de Oliva es lo mejor que te puede pasar, y más si quieres impresionar a alguien cuando le vayas a cocinar?
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