La energía de estar agradecidos… 

Sí. La vida es algo complicado. Su impredictibilidad y nuestro afán por que las cosas se den siempre como las esperamos son elementos que se contraponen, y generalmente nos causan estrés. 

Si a eso le sumamos que la mayoría tenemos una mala relación con el dinero —es decir, no sabemos cómo sacarle el mayor provecho, y no tenemos idea apropiada de cómo tratarlo (este es todo un tema, para otra entrada del blog)— entonces muchas de las preocupaciones centrales en nuestro cotidiano tienen que ver con lo material. Afirmaciones como “Se me fue la quincena”, o “El dinero no me alcanza” van más allá de ser casuales y pueden convertirse en guiones para nuestra vida, que al paso del tiempo se siente está llena de carestía.

Desde el punto de vista energético, atraemos aquello en lo que pensamos. Y por ello, a partir de afirmar que no tenemos lo suficiente estamos generando una ausencia de recursos y de posibilidades, que modifican nuestro entorno para mal. Inclusive si no creyeras en el asunto de las energías, y que nuestros pensamientos efectivamente transforman nuestra realidad, el hecho de experimentar estrés y falta de recursos generan malestares que comprobadamente tienen efectos terribles en tu salud al paso del tiempo.

Y no se trata más que de detenerte y mirar en torno: Si estás leyendo esto, es porque seguramente tienes un celular o una computadora, una conexión a internet y —obviamente—la educación que te permite leer. Tres cosas —tres ventajas— a las que una gran parte de la población del mundo simplemente no tiene acceso. Tu salud, la posibilidad de moverte, tu inteligencia, las personas que te aman, la mascota que te recibe cuando regresas a casa, la ropa que llevas puesta, el dinero que invertiste en un café caro, el techo que te cubre por las noches —sea propio o rentado— la comida que consumes diariamente, el trabajo que te ocupa cada día… Todo eso son expresiones de abundancia. Una abundancia que para miles de millones de personas es simplemente un sueño.

Puede que te angustie no tener el dinero necesario para garantizar la educación universitaria de tus hijos preescolares, o que haya pasado mucho tiempo desde la última vez que visitaste el mar, o que tu celular te avergüence cuando lo dejas en la mesa, pero al sentir que no tienes suficiente dinero, estás nulificando aquello que sí se encuentra presente en tu vida. Cuando te das el tiempo de valorarlo, de pensar que sin ello la tendrías verdaderamente complicada, surge en ti una sensación de agradecimiento… El agradecimiento es una forma del amor, que es una de las energías más poderosas que existen entre nosotros. No en balde le hemos escrito tantas canciones, hemos librado incontables batallas, y la raza humana ha podido expandirse a lo largo del planeta, usando como fuerza motriz al propio amor.

Al experimentar este agradecimiento cambias la tesitura de tus pensamientos, volviéndolos positivos, y atrayendo así más positividad a tu entorno: Cuando alguien entra a un cuarto sonriendo es común que nos contagie su sonrisa; del mismo modo, cuando tus pensamientos cambian para bien, las circunstancias siguen el diseño de estos pensamientos. Inclusive si no crees en la transformación de las energías, el que le des a tu cabeza un respiro, y te centres en lo que sí tienes, agradeciéndolo, te ayudará a liberar las preocupaciones que te ocupan de común.

¿Qué te parece? ¿Te das tiempo de experimentar el agradecimiento a lo largo de tu día, o permites que la angustia te controle comúnmente? No dejes de compartirnos tus comentarios y experiencias al respecto en nuestras redes sociales. Como siempre… ¡Muchísimas gracias por formar parte de Más Bla Bla!